Me encantaría conocerte
y dejes de ser un ser inexistente
que seas visible a mis latidos
y le robes un grito a mi silencio aturdido
que caduque mi soledad diminuta
que caduque mi soledad diminuta
y mi suspiro recobre vida absoluta
poder sentir tu aliento en mi mejilla
y tus pestañas haciéndome cosquillas
que mis moscas entrañables muten a mariposas
que mis moscas entrañables muten a mariposas
y mi alma se despliegue de esta realidad empalagosa
pintarnos de naranja con los rayos del sol
a las cinco de la tarde con miradas en mirífica colisión
aquella melodía sinfónica de nuestro palpitar
aquella melodía sinfónica de nuestro palpitar
desconectándonos del absurdo tic tac
inundándome en suspiros de colores
lleno de poesía, analogías sin temores.